Búsqueda jerárquica Búsqueda alfabética
Diccionario de Bienes Culturales

Término: Plaza

Plaça ca
Praza gl
Square en

Definición

Espacio libre o no edificado, ancho y descubierto en el interior de un núcleo urbano, por lo general punto de confluencia de varias calles*, a veces producto del ensanchamiento de las mismas. Caracterizada simultáneamente por sus aspectos formales y por sus funciones, más que por sus valores simbólicos. Desde el punto de vista formal, la plaza se diferencia de la calle*, de traza longitudinal, por tener proporciones más próximas entre su ancho y largo, sin llegar a ser un espacio totalmente abierto a causa de la importante contribución del espacio edificado perimetral. En general, el concepto de plaza admite muy diversos tamaños y formas, geométricos e irregulares; la plaza es a veces de formación espontánea, por adición o eliminación de edificaciones que acotan o liberan un espacio, y otras objeto de un diseño específico. Desde el punto de vista funcional, este espacio asume múltiples usos, mercado, lugar de encuentro y paseo, lugar de reunión y concentración, siempre en relación con el desarrollo urbanístico de la ciudad. es

Nota de alcance

En las ciudades de la antigua Grecia, la plaza (ágora*) se erigía como el centro de la vida pública. No sólo servía para el comercio y la industria, sino y, sobre todo, para todas las actividades sociales y políticas que se desarrollaban en la polis, escenario de asambleas, discusiones, debates, fiestas y actos sociales. En la antigua Roma, el foro* hereda la importancia del ágora. Ya en época medieval, la forma preferida para las plazas centrales fue la cuadrangular regular, sobre todo la del cuadrado perfecto, frecuente en el centro de las ciudades comerciales de los siglos XIII y XIV desde la Europa Central hasta la Oriental. Para no romper la continuidad de superficie y paredes*, las calles desembocaban por lo general en los ángulos de la plaza o se extienden lateralmente a ella. Con esto, se evitaba la simetría axial. En la Baja Edad Media, la configuración de los espacios abiertos se entiende como tarea comunal. Las calles desembocan directamente y las hileras de las casas se sitúan en la misma pared de la plaza, son numerosos los ejemplos en los que sus pisos bajos están ocupados por soportales* que unen el ámbito privado del interior con el público exterior. En la plaza pública, en especial la del mercado, se encuentran los edificios comunales, el ayuntamiento* ocupará una posición destacada con respecto a las casas de los ciudadanos, más pequeñas. Frente a él, es característico el emplazamiento de la iglesia* principal, la catedral* o el palacio*. En general, la configuración individual de los centros urbanos resultará de la coordinación de las dimensiones de la plaza, de sus paredes, el trazado de las calles y el volumen y agrupaciones de los grandes edificios. Durante el Renacimiento, en los trazados de las plazas urbanas se deja ver una mayor influencia de los puntos de vista estético-formales que de las necesidades prácticas. La transición de la estructura compartimentada medieval con numerosas casas alineadas a la utilización de grandes bloques arquitectónicos (palacios urbanos) lleva a planificaciones con pocos edificios aislados, que deben equilibrarse entre sí para no perder su efecto. En las ciudades aumenta el número de plazas y sus funciones se van ampliando. El absolutismo impone una nueva imagen urbana: racionalidad, claridad y ordenación sobre una base geométrica, que debe aparecer como trasunto de la ordenación estatal. Los proyectos ideales del Renacimiento se consolidan en el Barroco con una tipología en la cual diversas funciones se cumplen realmente y se expresan formalmente. Entre ellas se pueden destacar tres tipologías formales: las plazas cerradas en tres lados, con forma de herradura, que se constituyen en forma habitual del patio de honor de castillos* y edificios públicos y que, a causa de su elevado número, determinarán la apariencia de las capitales y de las ciudades residenciales; las plazas de irradiación desde los haces dobles o triples de calles hasta la plaza estrellada, con irradiación en todos los lados y que tienen su origen en la función de los puntos de unión y de articulación desde los parques y jardines de los palacios hasta las ciudades, esta solución dominará las grandes ampliaciones y ordenaciones urbanas hasta finales del siglo XIX; y las plazas cerradas en todos sus lados, con pocas calles que desembocan en ellas, y que son utilizadas como recintos abiertos en los barrios residenciales. Por otra parte, en grandes desarrollos urbanos decimonónicos como Londres o París prolifera el término anglosajón "square" para denominar a las plazas ajardinadas semicerradas. En general, la plaza es anterior al jardín urbano público y al parque, pero a partir del surgimiento de estas formas urbanas se adapta a ellas, se ajardina y amuebla tomando el nombre de alameda* en algunos lugares (la Alameda de Hércules de Sevilla), y, en otros, el más genérico de "salón" (El Paseo del Salón en Granada). es

Referencias bibliográficas

[Müller, W. y Vogel, G. (2006), vol. 1, p. 171 y p. 219]
[Müller, W. y Vogel, G. (2006), vol. 2, p. 339 y pp. 441-443]
[Paniagua Soto, J. R. (2009), p. 260]
[Plaza Escudero, L. de la (coord.) (2009), p. 469]
[Zoidio, F. [et al] (2013), pp. 291-292]

Términos no descriptores

Plaça urbana ca
Plaza urbana es
Praza urbana gl
Town square en

Término genérico

Términos relacionados

Buscar Plaza en la Red Digital de Colecciones de Museos de España